A nadie le sirve un sacacorchos si todas las botellas que conoce son de taparosca. Hay que conocer el para que para entender y, sobre todo, apreciar el como. Es por ello que es necesario regresar a la pregunta fundamental ¿para que? Para encontrar sentido a la tarea educativa en ambos extremos tanto quien recibe el conocimiento como quien guía en la búsqueda del mismo.
Por estos caminos, al llegar al trabajo práctico en la enseñanza, el profesor novato se encuentra con que tiene claro el modelo de profesor ideal, pero no sabe cómo hacerlo realidad. Tiene claro lo que debería hacer en clase, pero no sabe cómo hacerlo. “El choque con la realidad” dura dos o tres años; en ellos el profesor novato tiene que solucionar los problemas prácticos que implica entrar en una clase, cerrar la puerta y quedarse a solas con un grupo de alumnos. En mi caso y dado que no tengo una formación formal en la docencia estos primeros años intente seguir el modelo de aquellos maestros que en mi parecer tenían las características que se buscan en un buen maestro y definitivamente el “maestro barco” no encaja en este perfil.
Los maestros de carrera se confrontan con que la realidad difiere de lo ideal pero, por supuesto, su vocación los llevo a estar ahí, los que llegamos a esta profesión sin así proponérnoslo debemos primero encontrarle el gusto y luego el amor a esta actividad so pena de no solo ser un mal maestro sino también un persona frustrada.
El verdadero valor de un ser humano se mide por sus acciones y las consecuencias de las mismas, nadie puede preciarse de ser bueno en su profesión si al aplicar sus conocimientos no obtiene resultados satisfactorios y si te dedicas a la docencia tus resultados se miden por los conocimientos que adquieren tus alumnos y la manera en que estos se aplican para tener una mejor opción de futuro. El concepto que me queda muy claro es que lo único verdaderamente importante son los alumnos, nunca mejor dicho son la razón sin la cual nuestro quehacer no tendría sentido.
Por estos caminos, al llegar al trabajo práctico en la enseñanza, el profesor novato se encuentra con que tiene claro el modelo de profesor ideal, pero no sabe cómo hacerlo realidad. Tiene claro lo que debería hacer en clase, pero no sabe cómo hacerlo. “El choque con la realidad” dura dos o tres años; en ellos el profesor novato tiene que solucionar los problemas prácticos que implica entrar en una clase, cerrar la puerta y quedarse a solas con un grupo de alumnos. En mi caso y dado que no tengo una formación formal en la docencia estos primeros años intente seguir el modelo de aquellos maestros que en mi parecer tenían las características que se buscan en un buen maestro y definitivamente el “maestro barco” no encaja en este perfil.
Los maestros de carrera se confrontan con que la realidad difiere de lo ideal pero, por supuesto, su vocación los llevo a estar ahí, los que llegamos a esta profesión sin así proponérnoslo debemos primero encontrarle el gusto y luego el amor a esta actividad so pena de no solo ser un mal maestro sino también un persona frustrada.
El verdadero valor de un ser humano se mide por sus acciones y las consecuencias de las mismas, nadie puede preciarse de ser bueno en su profesión si al aplicar sus conocimientos no obtiene resultados satisfactorios y si te dedicas a la docencia tus resultados se miden por los conocimientos que adquieren tus alumnos y la manera en que estos se aplican para tener una mejor opción de futuro. El concepto que me queda muy claro es que lo único verdaderamente importante son los alumnos, nunca mejor dicho son la razón sin la cual nuestro quehacer no tendría sentido.
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